!Que nadie se calle, Fernando a la calle!

Agencia Subversiones

Texto por Eugenié Moreau y Xilonen Pérez.
Fotografías: Xilonen Pérez y Regina López.
Audios: M.D.I y demás.

En la tarde del día 5 de noviembre, Luis Fernando Sotelo Zambrano y Sergio Pérez Landero fueron detenidos en las inmediaciones de Ciudad Universitaria, después de que la estación del Metrobús y de una de sus unidades fueran quemadas; en el marco de la tercera Jornada de Acción Global por Ayotzinapa.

Al siguiente día, mientras Sergio salía libre por falta de pruebas, Fernando fue consignado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal al Reclusorio Preventivo Varonil Sur, donde sigue secuestrado. Es acusado de ataques a la paz pública, ataques a las vías de comunicación, y daños dolosos agravados (portación de explosivos) en pandilla.

Con esta detención, el gobierno da un nuevo golpe de represión y criminalización de la protesta; que se se sumará a las detenciones de ayer, 8 de noviembre, durante la movilización en el centro histórico de la Ciudad de México. Como lo subraya Roberto López Miguel, integrante del Colectivo de Abogados Zapatistas, es importante «que se sepa y que se denuncie que esto es un asunto político».

Por lo anterior, nos acercamos a sus familiares, amigxs y abogadxs para investigar un poco más sobre el caso y dar a conocer la situación que está sufriendo el compañero más allá de las mentiras mediáticas, así como llamar a la solidaridad y a la reflexión crítica acerca del sistema en el que estamos viviendo.

¿Quién es Luis Fernando?

Para lxs familiares de Fernando, es muy importante «dar la verdadera cara de Fernando (…) Así como lo pintan los medios, no es él», nos contó su hermana.

Luis Fernando Sotelo Zambrano tiene 20 años y era alumno de la Escuela Nacional Preparatoria Plantel 6 «Antonio Caso» (UNAM). No era alumno a tiempo completo, sino que asistía a algunas clases en la preparatoria abierta. Por varias razones –principalmente económicas– había tenido que dejar parte de sus estudios. «Estaba en el quinto grado cuando truncó sus estudios y ya no pudo continuar. Pero estaba tratando de prepararse para pasar exámenes y concluir su educación media superior», nos contó su mamá.

Aparte, sus familiares lo describen como un joven que tiene muy buenas relaciones con su familia y las demás personas de su entorno. En el barrio en el que siempre ha vivido, es conocido y querido por mucha gente. Pero el carácter de Fernando que más enfatizaron es su compromiso para ayudar a los demás.

«Siempre ha tenido la idea de ayudar por ayudar sin tener ningún interés a cambio, sin tener ningún beneficio para él mismo, inclusive».

«Él está haciendo lo bueno por conseguir un mejor país, no solamente para él sino para todos los que lo rodean y para todos los que en un momento lo requieren».

Un activista social y político

Un amigo y compañero de Fernando nos permitió detallar un poco más ese aspecto: antes que nada, Fernando es un chico políticamente comprometido. Es integrante del Colectivo Ollin Meztli y de la Cooperativa ik’ otik; adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona; y cercano a la Red contra la Represión y por la Solidaridad. Principalmente comprometido con la lucha estudiantil y el trabajo comunitario en acompañamiento al Congreso Nacional Indígena, también fue parte del movimiento en contra de la alza de la tarifa del metro el año pasado, y de la lucha por la liberación de Mario González.

«Creemos en la autonomía, la autogestión, el apoyo mutuo, la solidaridad (…) Creemos que es necesario que la gente se organice y se reapropie de las cosas, y que quitemos el miedo y la apatía», nos explicó.

¿Delincuente o preso político?

Roberto López Miguel es uno de los abogados que llevan el caso solidariamente. Para él, esta detención es «un caso más de criminalización de la juventud, de los estudiantes y de la protesta, echada a andar por el gobierno de Miguel Ángel Mancera y ejecutada al pie de la letra y con tolerancia cero del procurador».

López Miguel, integrante del Colectivo de Abogados Zapatistas (CAZ), insiste en las irregularidades que ha habido desde el principio de la detención: Luis Fernando fue golpeado por la policía y las lesiones fueron reconocidas por la Comisión de Derechos Humanos capitalina; fue trasladado en un carro particular del Ministerio Público 1 de Coyoacán al Reclusorio Sur, antes del plazo legal de 48 horas, y sin que se le informara a los abogados; ahí fue presentado a las 11 de la noche, 4 horas después de haberlo sacado del MP.

La acusación de Fernando y Sergio se basa únicamente en la declaración del chofer del Metrobús que fue quemado, quien señala que ambos participaron. Afortunadamente, Sergio pudo comprobar que estaba en otro lugar en el momento del ataque y se acreditó que no participó en los hechos. A pesar de eso, la acusación del chofer aún se le imputa a Fernando. Para el abogado, eso no debería de ser ya que «al liberar a Sergio, automáticamente se cae la declaración falsa del chofer del Metrobús».

Más que de terrorista o delincuente, Fernando tiene todas las características de un preso político.

«Ser joven, pensar diferente, cuestionar a la autoridad es sinónimo de delincuente, de terrorista, de peligroso social. Y eso no lo podemos permitir», concluyó el abogado.

Solidaridad y lucha anticarcelaria

Fernando cuenta con muchxs compañerxs y apoyos solidarixs. «Tiene gente que lo conoce y lo respalda (…) El compañero no está solo y no lo vamos a dejar solo», afirmó su amigo. También expresó su esperanza de que más gente se acerque y se solidarice con el caso.

Desde la noche que fue detenido se convocó a una conferencia de prensa afuera del MP donde se encontraba –junto son Sergio Pérez Landero– para llevarse a cabo el 6 de noviembre. Ese día, después de que las autoridades sacaron a Fernando sin informar a sus abogados, alrededor de 100 personas que acudieron a la convocatoria cerraron la avenida Miguel Ángel de Quevedo y caminaron hasta Ciudad Universitaria, donde realizaron una asamblea para decidir las siguientes acciones de apoyo.

Al llegar a Rectoría, los abogados informaron que el compañero había sido trasladado al Reclusorio Sur, por lo que se llamó a una concentración al siguiente día en ese lugar. Al menos 30 personas asistieron y manifestaron su apoyo gritando consignas que exigían su liberación y el repudio a las cárceles, además de estar atentos a la información de los abogados.

Al terminar la entrevista, el amigo de Fernando también insistió en la necesidad de difundir un pensamiento crítico respecto del sistema penal, y de seguir luchando por la libertad de todxs lxs presxs, tanto «políticxs» como «comunes».

«No solo creemos en la liberación de los presos políticos: más bien, libertad a los presos en general, y que haya un reajuste en el concepto de justicia», concluyó el compañero.